Acuerdos reparatorios

Acuerdos reparatorios
img_5598.jpg

La ex funcionaria de Veracruz, Xochilt Tress, presunta novia de Javier Duarte, dejó la prisión preventiva luego de devolver una casa y un vehículo de lujo que le habían "regalado" y pagar una multa de 40 mil pesos, para con ello conmutar la pena de tres años de prisión que le habían impuesto por el delito de enriquecimiento ilícito, al haber recibido obsequios pagados con recursos públicos.

Lo anterior fue posible gracias a que el nuevo Sistema de Justicia Penal contempla la ejecución de "acuerdos reparatorios", a lo cual tiene derecho todo imputado por delito patrimonial cometido sin violencia.

Los acuerdos reparatorios son aquellos celebrados entre la víctima u ofendido y el imputado con la aprobación del Ministerio Público o el Juez de Control de Garantías (según la etapa en la que se den), con el fin de solucionar un conflicto y cuyo cumplimiento extingue la acción penal.

Lo anterior me dejó pensando dos cosas: Primero, cuáles son las reglas aplicables a los funcionarios públicos para la aceptación o rechazo de regalos y evitar que un presente de cortesía pase a ser un soborno, y segundo, si estos acuerdos reparatorios que ahora forman parte de los mecanismos alternativos para la solución de controversias son o no un incentivo para el peculado y un vehículo para la impunidad.

Para empezar hay que reconocer que el primer escalón de la corrupción es el regalo, del que se usa y abusa en los ámbitos políticos y empresariales para pasar de la simple cortesía al soborno puro y duro.

Anteriormente en la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, los funcionarios podían recibir regalos que no excedieran 10 veces el salario mínimo vigente.

Ahora con la nueva ley del Sistema Anticorrupción la prohibición es total. Ningún servidor público podrá recibir obsequios de ningún tipo o monto, y esta restricción aplica para el cónyuge, parientes consanguíneos o terceros con los que el funcionario tenga relaciones profesionales, laborales o de negocios, así como para socios o sociedades de las que la o el servidor público o las personas mencionadas formen parte.

Yo no canto victoria con esto, porque los sobornos se pueden concretar de diferentes maneras: pagando viáticos y entretenimiento, ropa, joyas y artículos electrónicos, pagando deudas, sobrecostos en bienes o servicios y hasta pagando colegiaturas. Ninguna ley suplirá a la ética.

Ahora bien, respecto al hecho de que la ex funcionaria y presunta novia de Duarte haya sido una de las beneficiarias-cómplice del desvío de recursos públicos, me parece inaudito que con simplemente devolver los bienes recibidos y pagar una ridícula multa de 40 mil pesos se haya evitado tres años de cárcel y arreglado todo.

Este convenio, en mi opinión, desvirtúa el espíritu de los acuerdos reparatorios y fomentará el desvío de recursos públicos, pues todo mundo sabe ahora que si se roban, se vuelven cómplices o beneficiarios del desvío de un par de millones de recursos públicos y los "cachan", no pasa nada. Simplemente dicen perdón, aquí está todo de regreso, más 40 mil pesos por los inconvenientes causado. Sorry, bye!

El espíritu de los acuerdos reparatorios es que los imputados reparen de modo satisfactorio a la víctima u ofendido, las consecuencias dañosas del hecho que se persigue penalmente, y de esa manera concluir el caso.

La pregunta es si en este caso, en el que las víctimas u ofendidos fuimos todos los ciudadanos (los recursos públicos desviados nos pertenecen a todos), ¿estamos satisfechos con que simplemente se haya devuelto lo robado y la única pena a pagar por el intento y la complicidad del desvío hayan sido sólo 40 mil pesos? Yo digo que no.

Con estos criterios, los acuerdos reparatorios se convertirán en el mejor incentivo para el peculado. Los planes delincuenciales serían así: desviamos algunos millones de las arcas públicas, y si nos cachan, simplemente los devolvemos pagando una multa ridícula.

La rentabilidad de este ilegal negocio vs. el riesgo es muy, pero muy favorable para los delincuentes.

Nada más falta que la esposa de Duarte, la que se merece todo, haga un acuerdo similar y quede libre, que al cabo "lo bailado" en Europa y en los restaurantes y tiendas de lujo nadie se lo quita ya.


"No robarás". Moisés