El mal menor

No soy pesimista, soy realista, y como tal, me preocupa mucho el futuro de México. Me preocupan los vientos populistas y totalitarios que soplan alrededor de Morena y su 4T. Todo a su alrededor huele mal. Huele a corrupción, huele a dictadura, delincuencia y crimen organizado.

Por ello, creo que desde hoy y hasta el 2 de junio próximo, no habrá otro tema más importante que tratar en estas páginas que el de las elecciones.

Y no porque no haya vida más allá de la política (que la hay), sino porque la manera como hoy se está ejerciendo y utilizando el poder político afectará para mal, la vida de las próximas décadas y generaciones.

No exagero. Los dirigentes de Morena, el Presidente y sus allegados, ya probaron que pueden violar la ley y las reglas democráticas en total impunidad. Tienen comprado al Ejército con obras, contratos y presupuestos ilimitados; permiten operar a la delincuencia, asignan contratos a "los cuates" sin licitaciones de por medio, ocultan información bajo el argumento de "seguridad nacional" y millones de ciudadanos "maiceados" con programas sociales inauditables que pagamos todos, los apoyan.

Y como las fiscalías y los organismos autónomos están cooptados, nadie dice ni puede hacer nada. Ya entraron y se quieren quedar para siempre.

Ponen como candidatos para gobernar el país a patanes y patanas con historias de vida cuestionables, en muchos casos ligadas a actividades ilegales y hasta criminales, y que a todas luces son la cara visible de grupos de poder corruptos hasta los huesos.

Muchos dirán que no hay a quién irle, que no podemos regresar a los partidos políticos del pasado o la tontería que muchos cuatroteístas utilizan para justificar la corrupción de los suyos: "los de antes robaban más".

Y aun si así fuera, si de lo que se trata es de una competencia para ver quién roba más, lo que toca en todo caso es elegir el mal menor. Y en ese sentido, creo que el mal mayor, el peligro para México, es Morena.

Y no porque sea igual o peor de corrupto que los demás partidos, sino porque se trata de una ideología cuasi religiosa, de un movimiento político totalitario, antidemocrático y manipulador, que intenta modificar la Constitución para controlarlo todo, que no acepta ni reconoce la valía e importancia de la separación de poderes y de los organismos autónomos a menos que se alineen a su favor.

Nada hay más antidemocrático que la expresión del caudillo AMLO: "No me vengan con que la ley es la ley".

Lo que México necesita urgentemente es sacar de la política a las mafias que controlan todo y sustituirlas por políticos serios, profesionales, capaces, educados, con escrúpulos, intelectual y materialmente honestos. Y la manera de lograrlo es en las urnas.

No darles ni un voto a candidatos con pasados cuestionables, que lo más probable es que sean testaferros de la delincuencia y el crimen organizado infiltrados en las entrañas del gobierno. No darles ni un voto a partidos que abiertamente desprecian la ley y atentan contra los valores y principios democráticos y dividen a la sociedad.

Comencé diciendo que me preocupa mucho el futuro de México. Me preocupa porque veo que los candidatos de Morena, y en especial su candidata a la Presidencia, Claudia Sheinbaum, quien con el discurso de "anticorrupción y primero los pobres" de la 4T -objetivos que todo mexicano bien nacido sin duda apoya-, está logrando apoyos en organismos empresariales, sectores de la sociedad e individuos con gran poder de influencia.

Cuando se reúnen con ella, la mayoría sale convencido y diciendo que es mucho más moderada que su caudillo AMLO. Que no es tan radical, que es una persona más neoliberal, educada y moderna de lo que se piensa, pero que por "obvias razones" de conveniencia electoral no se puede distanciar de AMLO, ni criticar públicamente sus ataques a las clases medias y empresariales o sus políticas regresivas y antidemocráticas.

No se dan cuenta (o convenientemente se tapan un ojo) de que una candidata populista, en campaña, siempre dirá al público que tiene enfrente lo que éste quiere oír, tal y como en su momento lo hizo AMLO para ganar votos y adeptos (y que a la postre resultó ser un engaño), tal y como lo hace ella ahora, y sucederá si llega a ganar.

En mi opinión, si Claudia Sheinbaum gana las elecciones, México continuará siendo el mismo infierno con diferente diablo.

"El futuro está en el voto".

Yo