J'Accuse...

El libro Eclesiastés (3:7) dice: "Hay un tiempo de callar y un tiempo de hablar"... Hoy es tiempo de gritar, escribe Daniel Wolf en su carta abierta dirigida a los apologistas de la organización terrorista Hamás, titulada J'Accuse... y que fue publicada hace una semana por The New York Times.

Luego de leerla, y de presenciar afuera de Art Basel Miami una agresiva manifestación pro-Palestina, me sentí obligado a reproducir algunos extractos que, en mi opinión, deben ser leídos por todos los que desconocen la historia y las juradas intenciones que este grupo terrorista tiene para desaparecer -primero y porque está "a tiro de piedra"- al Estado de Israel apoyado por países fundamentalistas islámicos que "tiran la piedra y esconden la mano" y que justifican el uso de la violencia y el exterminio para alcanzar objetivos político- religiosos.

Wolf comenzó su carta así: "La sangre todavía no se secaba, y el coro de condena a Israel, la víctima, comenzó en todos los rincones de la tierra. Supongo que esto refleja la inconformidad de que Israel se atreva a responder a la matanza a sangre fría de nuestro pueblo. A lo largo de buena parte de la historia -las cruzadas, la inquisición, los pogromos, el holocausto- se espera que los judíos simplemente aceptemos lo que nos hacen, empaquemos nuestras maletas y nos mudemos a nuestro siguiente hogar temporal.

"Pero ahora (la diferencia) es que esos mismos judíos están respondiendo, tenemos voz y tenemos fuerza (...) y cada uno de nosotros debemos levantar la voz en respuesta al absoluto antisemitismo expuesto por esta guerra".

Para los que no están familiarizados con el título de este escrito, J'Accuse (Yo acuso) se refiere a la carta abierta publicada en 1898 por Emilio Zola, en la que acusa al gobierno francés de antisemitismo por el encarcelamiento de Alfred Dreyfus con falsas acusaciones de espionaje.

Tomando el estilo de aquella carta, Wolf expone la "bancarrota moral" de los apologistas de Hamás de la siguiente manera (traduzco y adapto):
 
"YO ACUSO a los que se niegan a condenar la masacre de Hamás de manera inequívoca capitulando su brújula moral.

"YO ACUSO a los que, en una torcida noción de la libertad de expresión exhiben su incapacidad para distinguir entre los derechos de las víctimas y los de los agresores, y olvidan que la libertad de expresión no significa la liberación de las consecuencias de lo que se dice.

"YO ACUSO a los líderes académicos, empresariales o de cualquier tipo, que se rehúsan a condenar la masacre de Hamás argumentando que cualquier condena debe ser atemperada por el 'contexto'.

"YO ACUSO a los medios de comunicación que publican el 'libelo de sangre' de los ataques aéreos de Israel y la muerte de civiles en el hospital de Gaza, para luego ser desmentidos con datos inconvenientes que exhiben su negligencia profesional al basar sus 'hechos' en información proporcionada por el Ministerio de Salud de Hamás.

"YO ACUSO a los que critican a Israel de que su respuesta militar no es 'proporcional' y no pueden decir cuál sería una respuesta proporcional a la decapitación de bebés enfrente de sus padres, a la quema viva de familias enteras, al desfile por las calles de Gaza con los cuerpos desnudos de sus víctimas mientras turbas de civiles se alegran y agreden sexualmente a los cadáveres.

"YO ACUSO a los que le exigen a Israel un cese al fuego inmediato, sin mencionar nunca la liberación de los más de 200 rehenes secuestrados.

"YO ACUSO a los que cantan alegremente 'From the River to the Sea, Palestine Will be Free', como un código escondido para eliminar a los judíos de Israel y completar la 'Solución Final', propuesta por Hitler, ignorando convenientemente todas las propuestas de paz hechas por Israel, incluyendo la solución de dos Estados (Palestina e Israel) y que han sido rechazadas por Hamás".

No hay "contexto" que justifique el terrorismo y el asesinato brutal y DELIBERADO de inocentes.

Hamás no ha aceptado ni aceptará ninguna propuesta de paz duradera porque eso significa reconocer el derecho de Israel a simplemente... existir.

A los palestinos (y al mundo entero) hay que liberarlos, sí, pero no de Israel, sino de los grupos terroristas que los gobiernan, los educan y les hacen creer que matar judíos los hace héroes.

 
"Si Hamás baja las armas,
no habrá más guerra. Si Israel baja
las armas, no habrá más Israel".

Golda Meir